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RETINOPATIAS

La retina es una delgada capa de nervios que cubre el interior del ojo. Está adherida a la superficie interna del globo ocular y juega un papel semejante al de la película en una cámara fotográfica. Cuando la luz entra en el ojo, pasa a través de la córnea, y el cristalino la enfoca en la retina; ésta transforma la energía luminosa en una impresión visual y transmite la información al cerebro por medio del nervio óptico. Hay que distinguir dos partes de la retina:

  • La parte central que es la mácula, el “ojo del ojo”. Nos permite la visión con mayor detalle. Se utiliza para leer, conducir, etc.
  • La parte periférica. Es la responsable de la visión que tenemos cuando estamos leyendo, y por ejemplo entra una persona en la habitación: no la vemos con detalle pero la percibimos.

Para que pueda funcionar bien, la retina debe ser nutrida por la capa que está detrás de ella: la coroides. Cuando la retina se “desprende” se separa de la coroides, flota en el humor vítreo y deja de funcionar. Si no se trata a tiempo, esta enfermedad puede conducir a un deterioro importante e incluso a una pérdida completa de visión.

El desprendimiento de retina afecta a una de cada 10.000 personas por año, aproximadamente. Este problema ocular puede aparecer a cualquier edad, aunque generalmente ocurre en adultos de más de 30 años.

Los desprendimientos de retina no tienen una única causa, aunque en la mayoría de los casos el vítreo es el responsable de la lesión. Dicha sustancia, un gel que rellena el ojo, puede enfermarse, contraerse, fibrosarse, inflamarse, todo lo cual actúa sobre la retina, separándola de la coroides. A menudo los desprendimientos son precedidos por agujeros o desgarros retinianos, cuyos síntomas son puntos negros en la visión o destellos luminosos.

Desprendimiento de Retina

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